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Uso de terapias láser en el tratamiento de condiciones podológicas: todo lo que debes saber

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Las terapias láser han revolucionado muchos campos de la medicina, y la podología no es una excepción. Gracias a sus múltiples beneficios, el láser se ha convertido en una herramienta esencial para tratar diversas afecciones del pie, ofreciendo tratamientos menos invasivos y con tiempos de recuperación más rápidos. Por ello, en este artículo del Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha te contamos qué es el láser en podología, en qué casos se usa y los cuidados tras la intervención. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el láser en podología?

El láser en podología utiliza luz concentrada de alta intensidad para tratar tejidos afectados. Este tipo de terapia puede ser ajustada para diferentes longitudes de onda, permitiendo así tratar diversas condiciones con precisión. Además, la luz láser puede penetrar en las capas superficiales y profundas de la piel, ofreciendo tratamientos efectivos tanto para problemas cutáneos como para afecciones más internas.

¿En qué casos se usa el láser en podología?

El láser en podología se usa para una variedad de condiciones:

  • Onicomicosis: una de las aplicaciones más comunes es el tratamiento de infecciones por hongos en las uñas. El láser puede destruir el hongo sin dañar el tejido circundante.
  • Verrugas plantares: la energía del láser elimina las verrugas mediante la destrucción de las células infectadas, evitando recurrencias.
  • Dolor e inflamación: terapias láser de baja intensidad pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación en condiciones como la fascitis plantar o el neuroma de Morton.
  • Cicatrización de heridas: el láser estimula la regeneración de los tejidos, acelerando el proceso de cicatrización en úlceras y otras lesiones.

Cuidados tras la intervención del láser

Después de una intervención con láser, es crucial seguir ciertas pautas para asegurar una recuperación óptima:

  • Higiene: mantener la zona tratada limpia y seca para prevenir infecciones.
  • Protección: evitar la exposición al sol y usar vendajes según las indicaciones del podólogo.
  • Reposo: descansar el área tratada y evitar actividades que puedan causar estrés en la zona durante los primeros días.
  • Seguimiento: asistir a las consultas de seguimiento para monitorear la evolución y recibir más atención si es necesario.

En definitiva, el uso del láser en podología ofrece una alternativa eficaz y menos invasiva para tratar diversas condiciones del pie, mejorando la calidad de vida de los pacientes. En el caso de que tengas dudas, puedes preguntar a tu podólogo de confianza.

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