Es común encontrarse con pacientes que han tenido que acudir a consulta porque una pequeña herida en el pie se les ha complicado a causa de remedios caseros.
Si quieres que las heridas se curen sin problemas y no se agraven, sigue estas recomendaciones:
- Antes de tocar la herida, debes lavarte las manos para evitar contaminarla y que se infecte.
- Lava tus pies con agua y jabón o suero fisiológico. Hazlo de forma suave, sin presionar la piel ni arrastrar. El agua debe estar a temperatura ambiente, ni muy caliente ni muy fría. ¡Nunca utilices bicarbonato! Ante una herida abierta el bicarbonato perjudicará a la cicatrización de la herida y aumentará la inflamación.
- Aplica un antiséptico y utiliza un apósito para cubrir la herida. El apósito se debe cambiar dos veces al día y aplicar antiséptico cada vez que se haga. Esta operación se repetirá los dos o tres primeros días hasta que la herida esté cerrada. Recuerda que no debes utilizar agua oxigenada o alcohol ante una herida abierta.
- Evita la humedad. Para ello, utiliza calzado transpirable o abierto y no camines bajo la lluvia.
- Las aglomeraciones suponen un alto riesgo de que alguien nos pise, por eso, si tienes una herida es mejor evitarlas hasta que cicatrice.
- No camines mucho durante el periodo de cicatrización para evitar que te suden los pies.
¿Cuándo debo acudir al podólogo?
Si no se trata de una herida superficial que solo afecte a la epidermis debes acudir al podólogo para que este determine el tratamiento adecuado. También es necesario que vayas a un profesional si se ha quedado algún objeto dentro de tu piel, si la herida se ha infectado o si padeces diabetes.