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¿Qué es el pie zambo?

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El “pie equino varo” o “pie bot”, más conocido popularmente como “pie zambo”, es una deformación, en la mayoría de los casos congénita donde el pie está torcido hacia dentro y/o hacia abajo. Esta deformación es producida por la tensión de los tendones y ligamentos que impiden que el pie se estire y tenga una posición correcta.

El pie zambo se le atribuyen las siguientes deformidades: equino (planta del pie flexionado), varo (apoyo por la parte externa del pie), aducto (parte anterior del pie desviada hacia dentro), cavo (arco plantar aumentado) y rotación interna de la tibia.

¿Cuáles son sus causas?

Todavía se desconocen las principales causas del pie zambo, aunque los estudios apuntan a causas genéticas o ambientales.

Los factores que pueden influir en su aparición son los siguientes:

  • Los niños tienen muchas más probabilidades de tener el pie zambo.
  • Posición del bebé en el útero o falta de espacio en su formación durante el embarazo.
  • Enfermedades congénitas.
  • Antecedentes familiares.
  • Líquido amniótico insuficiente durante el embarazo.
  • Embarazo múltiple (mellizos o trillizos).
  • Fumar durante el embarazo.
  • Mayor incidencia en niños con trastornos neuromusculares, como parálisis cerebral y espina bífida.

Los bebés que nacen con pie zambo también corren el riesgo de padecer un trastorno asociado en la cadera, conocido como displasia del desarrollo de la cadera (DDC). La DDC es un trastorno de la articulación de la cadera, en el cual la parte superior del hueso del muslo (fémur) entra y sale de la cavidad debido a que esta no es lo suficientemente profunda para que la articulación se mantenga intacta.

Diagnóstico:

Esta malformación se produce durante los primeros meses de la gestación y se puede visualizar en la ecografía a las 20 semanas. El diagnóstico de confirmación se hará tras el nacimiento, observando la forma del pie hacia abajo (equino) y adentro (varo).

Se necesita experiencia para distinguirlo de otras malformaciones congénitas del pie como el astrágalo vertical congénito, y de algunas deformidades con mejor pronóstico como el metatarsus adductus o el pie talo.

Tratamiento:

Los tratamientos pueden ser ortopodológicos o quirúgicos. Dentro de los ortopodológicos estaría el uso de férulas para corregir la posición o el Método de Ponseti donde mediante manipulaciones y yesos seriados se corrige la deformidad. Se hace de manera progresiva con yesos que llegan el muslo. Una vez corregido se deben colocar unas botas llamadas botas de Ponseti para mantener la corrección.

Al final del tratamiento los resultados que se obtienen suelen ser positivos y la persona puede realizar actividades físicas sin secuelas de ningún tipo.

Dentro de los tratamientos quirúrgicos está la cirugía del tendón de Aquiles para alargarlo o acortarlo.

En la edad adulta, pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente por un pie zambo, pueden presentar inestabilidad debido a las cirugías previas.

También es habitual que los pacientes en la edad adulta presenten una dismetría; en estos casos habrá que hacer un estudio biomecánico completo, además de una telerradiografía para medir la diferencia de longitud de los miembros inferiores

El tratamiento recomendado en estos pacientes, serán unas plantillas personalizadas para compensar excesos de varo, dismetrías y otras alteraciones que pueda presentar. Con ellas se pretende que el paciente presente más estabilidad en la marcha, así como más cómodo y seguro al caminar.

En definitiva, es esencial acudir a un podólogo colegiado y titulado para determinar cuál es el mejor tratamiento.

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