El síndrome de Ehlers-Danlos (SED) es un trastorno hereditario que afecta el tejido conectivo, lo que implica un impacto importante en la calidad de vida de quienes lo padecen. Los podólogos desempeñan un papel esencial en el control de los síntomas relacionados con los pies y la marcha, ayudando a mejorar la movilidad y reducir el dolor. ¡En este artículo del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha te contamos todos los detalles!
¿Qué es el síndrome de Ehlers-Danlos?
El síndrome de Ehlers-Danlos es un grupo de enfermedades genéticas que afectan el colágeno, una proteína clave para la estructura y función del tejido conectivo. Las personas con SED suelen presentar hipermovilidad articular, piel extremadamente elástica y frágil, así como propensión a lesiones y problemas musculoesqueléticos. Estas características hacen que los pies y los tobillos sean especialmente vulnerables, requiriendo atención podológica especializada.
Tratamientos podológicos para el síndrome de Ehlers-Danlos
El podólogo utiliza diferentes estrategias para abordar los problemas relacionados con el SED, adaptándose a las necesidades específicas de cada paciente. Entre los tratamientos podológicos más comunes se encuentran los siguientes:
- Plantillas ortopédicas personalizadas: diseñadas para mejorar la alineación del pie y reducir la sobrecarga articular, minimizando el dolor y previniendo lesiones.
- Calzado especializado: recomendación de zapatos que proporcionen soporte adecuado, amortiguación y estabilidad para reducir el riesgo de torceduras o caídas.
- Terapias de rehabilitación: ejercicios dirigidos a fortalecer los músculos del pie y el tobillo, mejorando la estabilidad y reduciendo la hipermovilidad.
- Prevención y tratamiento de heridas: dado que la piel de los pacientes con SED es frágil, el podólogo ayuda a evitar y tratar lesiones cutáneas con cuidado especializado.
- Asesoramiento y educación: información sobre cómo manejar esta condición en la vida diaria, incluyendo hábitos saludables y prevención de complicaciones.
En resumen, la intervención podológica es crucial para mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Ehlers-Danlos. Gracias a un enfoque multidisciplinar que combina tecnología, terapia y educación, el podólogo puede marcar una diferencia notable en la salud y bienestar de estos pacientes.
