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El impacto de las enfermedades sistémicas en la salud del pie

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Las enfermedades sistémicas pueden tener un gran efecto en la salud de nuestros pies. Entender cómo estas enfermedades afectan los pies es crucial para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes, así que en este artículo del Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha te contamos el impacto de las enfermedades sistémicas en la salud del pie. ¡Sigue leyendo!

¿Qué son las enfermedades sistémicas?

Las enfermedades sistémicas son aquellas que afectan a varios órganos y sistemas del cuerpo, en lugar de estar confinadas a una sola área. Algunos ejemplos son la diabetes, la artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares y trastornos autoinmunes. Estas condiciones pueden alterar la función normal de diversos sistemas corporales y, en muchos casos, también tienen manifestaciones cutáneas y neurológicas que afectan a los pies.

Consecuencias de las enfermedades sistémicas en el pie

Así es como las enfermedades sistémicas afectan a los pies:

  • Diabetes: puede llevar a neuropatía periférica, que causa pérdida de sensibilidad en los pies, y con mala circulación, aumenta el riesgo de infecciones y úlceras que pueden derivar en amputaciones.
  • Artritis reumatoide: puede causar inflamación y deformidades en las articulaciones del pie, lo que lleva a dolor crónico y dificultades para caminar.
  • Enfermedades vasculares: pueden resultar en pies fríos, calambres y, en casos graves, en gangrena.
  • Trastornos autoinmunes: como el lupus, pueden causar llagas y úlceras dolorosas en los pies, así como hinchazón e inflamación.

Cómo aliviar el impacto en el pie de las enfermedades sistémicas

Para mitigar los efectos de las enfermedades sistémicas en los pies, es esencial adoptar algunas medidas:

  • Controlar la enfermedad subyacente: a través de medicación, dieta y ejercicio.
  • Higiene y cuidado regular: lavar y secar bien los pies, cortarse las uñas adecuadamente y usar cremas hidratantes para prevenir infecciones.
  • Calzado adecuado: usar zapatos que proporcionen buen soporte y estén bien ajustados para prevenir lesiones y reducir el dolor.
  • Revisiones regulares: permiten la detección temprana de problemas y la implementación de tratamientos adecuados.
  • Ejercicio moderado: realizar ejercicios específicos para los pies y tobillos puede mejorar la circulación y mantener la movilidad.

En resumen, las enfermedades sistémicas pueden tener un gran impacto en la salud de nuestros pies. Sin embargo, con un cuidado adecuado y visitas a tu podólogo de confianza es posible minimizar estos efectos y mantener una buena calidad de vida.

 

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