Una de las partes de nuestro cuerpo a la que menos atención prestamos son nuestros pies y, sin embargo, estos nos pueden dar mucha información sobre nuestro estado de salud general.
Estas son algunas de las alteraciones a las que tienes que permanecer atento y lo que pueden indicar:
Mal olor
Generalmente se debe a una higiene deficiente, pero si esta no es la causa la aparición de las bacterias que generan el mal olor puede deberse a otros problemas como cambios en el metabolismo, estrés, mala alimentación o incluso diabetes.
Si cambiando tus hábitos de higiene no consigues resolver este problema acude a un podólogo para determinar la causa.
Pies fríos
Tener los pies fríos, más allá del invierno, suele ser un claro síntoma de problemas de circulación sanguínea.
Pies hinchados
La hinchazón de pies puede deberse a múltiples causas: el calor, tener sobrepeso, alguna lesión, la ingesta de alcohol…
Si la inflamación no se ha pasado en un par de semanas acude a tu podólogo ya que la razón podría estar en otros problemas subyacentes, como dificultades cardíacas y renales.
Pies adormecidos
Tener los pies entumecidos de forma recurrente y constante puede ser indicativo de enfermedades como la esclerosis múltiple, la diabetes o la fibromialgia, entre otras.
Lunares nuevos
Si has desarrollado un lunar en los pies de forma reciente acude inmediatamente al médico para realizar un seguimiento y las pruebas oportunas ya que podría tratarse de un melanoma maligno.
Uñas con otro color
Dependiendo de la patología que cause el cambio de color en las uñas estas pueden tornarse amarillentas, negras, blanquecinas o verdosas. Los hongos son una causa común de esta problemática, pero también podría deberse a otras cuestiones como dificultades en la circulación de la sangre, problemas hepáticos y enfermedades crónicas.
Por todo ello, hay que vigilar nuestros pies, cuidarlos y estar atento ante cualquier síntoma anormal. Visitar a un podólogo regularmente no solo es una forma de detectar problemas en tus pies sino en tu estado de salud.