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Cómo cuidar los pies si haces senderismo

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Cuando vamos a comenzar una caminata lo primero que preparamos es la mochila, el agua, la ropa, pero… ¿y los pies? Cuidar la salud de nuestros pies es vital para disfrutar de un agradable paseo por la naturaleza y evitar posibles lesiones.

Elige el calzado más adecuado

Lo primero que hay que tener en cuenta es el calzado que se va a utilizar. Para una ruta por suelo rocoso o de tierra lo más recomendable es utilizar botas de montaña ya que son de caña alta y sujetan mejor el tobillo, evitando posibles torceduras. Además, su suela está pensada para amortiguar el impacto de las rocas al andar sobre ellas.

Tal y como indica la podóloga María del Mar Ruiz “normalmente creemos que las suelas blandas son mejores y más cómodas pero en la montaña esto no es así, la suela debe ser rígida para protegernos el pie de los golpes y del terreno irregular, al pisar continuamente piedras”.

A la hora de comprarlas asegúrate de elegir la talla correctamente. María del Mar recomienda “elegir dos números más del número habitual que utilizamos con un zapato convencional”. Para acertar es mejor ir por la tarde cuando el pie está más dilatado y utilizar los calcetines deportivos que se van a utilizar para salir a caminar.

No obstante, no utilices unas botas nuevas para comenzar. Antes de hacer una larga travesía póntelas en casa para que estas se vayan adaptando al pie y evitar rozaduras.

Evita ampollas

Mantener los pies hidratados evitará que aparezcan ampollas al andar porque reduce la fricción con las botas. Para ello aplícate crema todas las noches antes de dormir; la crema con urea es una buena opción.

Protege tus pies con vendas antiampollas en las zonas más problemáticas donde suelen aparecer. Si una vez comenzada la caminata sientes algún tipo de molestia para y protege tu piel con vendaje antes de que se forme la ampolla.

Mantén tus pies secos

Mantener los pies secos es vital para evitar la aparición de hongos y la formación de ampollas. Como dice María del Mar, “el peor enemigo es la humedad”.

Lo más importante en este punto es elegir unos calcetines deportivos adecuados que sean transpirables, antideslizantes y sin costuras. En los descansos aprovecha para descalzarte y quitarte los calcetines para que se ventilen. Si la sudoración es muy alta puedes optar por llevar un segundo par de calcetines y cambiártelos.

Estas pequeñas acciones te ayudarán a cuidar la salud de tus pies. Ante cualquier lesión, duda o problema no dudes en acudir a un podólogo colegiado y titulado.

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